Cambiar bañera por ducha en Massanassa

Es un tanto como un choque de titanes. ¿Qué equipamiento deberías instalar en tu baño entre una ducha y una bañera ? Ciertamente los dos tienen sus ventajas, pero entre el corazón y la razón, es hora de ser razonables y llevar la cuenta. Aunque el agua cuesta poco a poco más y también su calefacción, que muchas veces nos quedamos sin tiempo y espacio, la ducha presenta serios razonamientos para convencernos de que la adoptemos. Aquí hay una lista de las muchas ventajas de reemplazar su bañera por una ducha.

El espacio:

Además de una superficie de suelo más pequeña, una ducha también permite facilitar la circulación y, por tanto, optimar los volúmenes. Esto es particularmente cierto para las duchas a ras de suelo donde la ausencia de paredes deja una mayor comodidad de empleo mas requiere ciertas precauciones de sellado. Más estrecha, una ducha asimismo puede localizar su lugar más fácilmente aun en los espacios más complicados. Al final, sustituir una bañera por una ducha puede ahorrar cuando menos un m2, lo que no semeja mucho, ¡pero puede ser enorme cuando la habitación es pequeña!

Consumo de agua:

Cuando sabes que un baño traga una media de 150 litros de agua frente a 20 a sesenta para una ducha, el cálculo se hace de forma rápida. Reemplazar el primero por el segundo dejaría, en consecuencia, dividir por lo menos su factura de agua por tres. Por poner un ejemplo, la factura anual de un baño diario ronda los ciento setenta y cinco euros, al tiempo que la de una ducha diaria ronda los 60 euros. ¡Para una familia de cuatro, el ahorro anual potencial es de 460 euros! Pero hay mejor. Pertrechando su ducha con un cabezal de ducha económicoreduciendo el caudal a la mitad, el costo anual de una ducha diaria no desciende a treinta euros. Estas repercusiones inmediatas en su billetera hacen que sea velozmente rentable reemplazar una bañera por una ducha. Por último, esta operación asimismo constituye un verdadero esmero ecológico puesto que el agua es hermosa y es hora de supervisar nuestro consumo.

Diseño y Comodidad:

Más compacta, una ducha puede caber de manera fácil en un rincón de la habitación para adaptarse a su arquitectura. Pero asimismo se puede hacer aún más prudente, en una versión de ducha italiana donde su perfecta continuidad con el suelo es particularmente estética. La distribución de una ducha es más fácil de diseñar que la de una bañera, pero asimismo permite una mayor coherencia decorativa de la habitación (uniformidad de materiales, mejor integración visual). Por último, por su accesibilidad y facilidad de uso, una ducha deja ganar en comodidad. Y para aquellos a los que les gusta cuidarse en el baño , evidentemente es posible cambiar un jacuzzi por una ducha de hidromasaje.

Seguridad:

En comparación con el punto precedente, tenemos la cuestión de la peligrosidad, por poner un ejemplo niños pequeños en bañeras demasiado profundas, o bien caños de bañera contra los que hay que pegar fuerte. Por no charlar de los clásicos toboganes, muy habituales en bañeras viejas y gastadas.